
La Cámara Argentina de la Indumentaria, junto a sus pares en Brasil y México, impulsa un proyecto de ley que busca frenar el ingreso masivo de prendas desde plataformas como Shein y Temu. Se inspira en la legislación francesa, que apunta a equilibrar la competencia, proteger empleos locales y cuidar el medio ambiente.
Las empresas locales vienen sufriendo un fuerte impacto: en 2025, cada mes se perdían alrededor de 1.500 puestos de trabajo, y las ventas cayeron en promedio un 7 % en el segundo trimestre, mientras que en dos años la caída supera el 30 %.
El proyecto plantea que las prendas importadas pasen por controles de toxicidad y contaminación, y que cumplan con los impuestos y aranceles vigentes en Argentina —como IVA e Ingresos Brutos— una vez superados los chequeos de seguridad.
El modelo francés contempla impuestos ecológicos progresivos por prenda, prohibición de publicidad y etiqueta con el impacto ambiental. Francia ya aplicó esta regulación tras constatar prácticas engañosas y contaminación masiva.
El proyecto en Argentina ya cuenta con el apoyo de figuras como Pichetto, Massot y Lousteau, y busca generar consenso político y productivo para darle ida al Congreso en el corto plazo