
A partir de mayo, los senadores nacionales en Argentina verán un incremento significativo en sus ingresos, alcanzando al menos $9 millones brutos mensuales. Este aumento se produce tras el vencimiento del congelamiento de las dietas el pasado 31 de marzo, una medida que había sido implementada para contener los salarios en el contexto económico actual.
La resolución que mantenía las dietas congeladas fue firmada en enero por la vicepresidenta Victoria Villarruel y tenía vigencia hasta el 31 de marzo. Con su expiración, la actualización automática de los sueldos se reactivó, vinculada al valor del módulo de referencia utilizado por el Congreso. Este módulo, que determina las remuneraciones, se compone de 2.500 unidades básicas, más adicionales por gastos de representación y desarraigo, sumando un total que eleva los ingresos brutos de los senadores a la cifra mencionada.
Es importante destacar que, hasta el momento, no se ha alcanzado un consenso entre los bloques legislativos para prorrogar el congelamiento o implementar nuevas medidas que modifiquen esta situación. Solo algunos senadores, como los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, y el cordobés Luis Juez, han expresado formalmente su intención de mantener las dietas sin cambios, presentando notas en las que solicitan la continuidad del congelamiento.
La falta de una resolución votada en el recinto o de un nuevo decreto por parte de la vicepresidenta deja la definición en manos del pleno del Senado. Mientras tanto, la actualización salarial genera debates y críticas en diversos sectores de la sociedad, considerando el contexto económico y social del país.
Este incremento salarial coloca nuevamente en el centro de la escena la discusión sobre la remuneración de los funcionarios públicos y la necesidad de políticas que reflejen la realidad económica que atraviesan la mayoría de los ciudadanos argentinos.