
Después de dos meses en baja, Vaca Muerta recupera aire y muestra signos de recuperación. La actividad en la formación neuquina repuntó un 20% en julio respecto al mes anterior, marcando un quiebre en la tendencia que preocupaba al sector.
El aumento se vio reflejado tanto en el número de fracturas hidráulicas como en la cantidad de etapas ejecutadas por las principales operadoras. Este repunte no solo devuelve optimismo a la industria, sino que también consolida la importancia de Vaca Muerta como motor energético y productivo del país.
El dato clave es que, tras un trimestre con menor movimiento, la formación volvió a niveles que acercan al sector a sus objetivos de crecimiento, exportación y atracción de nuevas inversiones. En un escenario global de transición energética, este tipo de señales se vuelve estratégico para el posicionamiento de Argentina en el mercado.