El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Argentina no será eximida de los nuevos aranceles del 25% aplicados a las importaciones de acero y aluminio. Esta medida afectará exportaciones argentinas valuadas en más de 600 millones de dólares anuales, generando preocupación en el sector industrial y en el gobierno de Javier Milei, que busca alternativas para mitigar el impacto.

«Tenemos un poco de déficit con Argentina, como con casi todos los países», declaró Trump, sugiriendo que la única posible excepción sería Australia, debido a su fuerte compra de aviones estadounidenses y su superávit comercial con EE.UU.

Impacto en el comercio bilateral

Si bien en 2024 Argentina registró un saldo positivo de 229 millones de dólares en su balanza comercial con Estados Unidos, históricamente la relación ha sido deficitaria para el país sudamericano. En 2023, por ejemplo, las exportaciones argentinas ascendieron a 5.648 millones de dólares, mientras que las importaciones desde EE.UU. alcanzaron los 8.629 millones, resultando en un déficit de casi 3.000 millones de dólares.

Según datos de la Bolsa de Cereales de Rosario, el superávit logrado en 2024 podría ser un argumento para que la Cancillería intente negociar una exención. Sin embargo, Trump reafirmó que los aranceles se aplicarán sin distinciones. Las empresas argentinas más afectadas incluyen Aluar y Tenaris, grandes exportadoras de aluminio y acero.

Consecuencias para la industria argentina

Entre 2004 y 2024, Argentina exportó un promedio anual de 3.289 millones de dólares en aluminio, hierro, acero y sus manufacturas, con un 21% de esos envíos dirigidos a Estados Unidos. En 2024, la industria siderúrgica argentina ya había experimentado una caída del 22,6% en su actividad, mientras que la producción de metales sufrió una contracción del 17,6%.

Analistas advierten que estos aranceles podrían intensificar la crisis del sector y reducir la entrada de divisas, afectando aún más la economía argentina. «Este tipo de medidas profundiza la incertidumbre en un contexto económico ya complicado», señalaron desde la consultora Analytica.

Antecedentes y posibles escenarios

Trump ya había impuesto aranceles similares en 2018, aunque en ese momento Argentina logró negociar una excepción con el gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, en 2019, antes de que Macri dejara el poder, el entonces presidente estadounidense restableció las tarifas para Argentina y Brasil.

El nuevo decreto de Trump, que entrará en vigor el 4 de marzo, elimina todas las exenciones previas y amplía los aranceles a productos derivados del acero y aluminio, lo que podría generar represalias comerciales de otros países. Ante la posibilidad de retaliaciones, Trump fue tajante: «No me importa».

Mientras tanto, el gobierno de Milei evalúa los próximos pasos para evitar que el sector industrial argentino sufra aún más. La decisión de Estados Unidos representa un desafío para las relaciones bilaterales y una prueba para la estrategia de Milei en el escenario internacional.