
Argentina se prepara para una transformación energética sin precedentes. Un consorcio liderado por YPF, junto a gigantes como Chevron, Shell, Vista, Pluspetrol, Pan American Energy y Pampa Energía, está ultimando los detalles de un préstamo sindicado de USD 1.700 millones. Este financiamiento, gestionado con cinco bancos internacionales —Citi, JP Morgan, Deutsche Bank, Itaú y Santander—, cubrirá el 70% de la inversión total de USD 3.000 millones destinada al proyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) .
El VMOS contempla la construcción de un oleoducto de 430 kilómetros que conectará Neuquén con un nuevo puerto en Río Negro. Este desarrollo permitirá transportar hasta 550.000 barriles de petróleo por día desde 2027, con una capacidad de expansión a 700.000 barriles diarios. Se espera que, a partir de 2028, las exportaciones de crudo alcancen los USD 15.000 millones anuales, consolidando a Argentina como un actor clave en el mercado energético global .
Además del préstamo internacional, el consorcio planea emitir USD 400 millones en el mercado local mediante Obligaciones Negociables. El proyecto ha sido incluido en el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) por el gobierno de Javier Milei, otorgando beneficios fiscales y cambiarios que facilitan su ejecución .
Con estas acciones, Argentina no solo busca potenciar su capacidad exportadora, sino también ofrecer una solución estructural al déficit de dólares que enfrenta su economía. El presidente de YPF, Horacio Marín, proyecta que, hacia 2031, el país podría alcanzar exportaciones combinadas de USD 30.000 millones anuales entre petróleo y gas natural licuado (GNL) .
Este ambicioso proyecto representa un hito en la historia energética argentina, marcando el inicio de una nueva era de crecimiento y desarrollo sustentable
