Los envíos de gas desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) finalizaron la semana pasada, marcando el cierre de un ciclo que duró 19 años. La razón principal detrás de este cese es la pronta reversión del Gasoducto Norte, programada para mediados del próximo mes, lo que permitirá reemplazar el suministro con gas producido en Argentina. Mientras tanto, Enarsa ha comenzado a importar gas desde Chile para cubrir la demanda.
A pesar de que el contrato de importación con Bolivia estaba programado para finalizar el 30 de septiembre, los despachos desde el país vecino se interrumpieron antes de lo previsto. Esta información fue confirmada por registros oficiales del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), los cuales muestran que desde el miércoles 18 de este mes los gasoductos argentinos dejaron de recibir gas boliviano.
El contrato de importación con Bolivia, firmado en 2006 en un contexto de crisis energética en Argentina debido a la caída en la producción local, originalmente estaba pactado hasta diciembre de 2025. Sin embargo, con la puesta en marcha de los trabajos para la reversión del Gasoducto Norte, que permitirá abastecer a las provincias del norte del país con gas de Vaca Muerta, se decidió anticipar el cierre del acuerdo.
A pesar de que las obras de reversión aún no han sido concluidas, se espera que la primera etapa esté operativa el 10 de octubre, aunque hay estimaciones que indican que podría ser a mediados de ese mes.
Importaciones desde Chile
Para hacer frente a las necesidades energéticas del norte argentino, Enarsa selló en junio un acuerdo para importar gas desde Chile. Este suministro, que comenzó a ejecutarse recientemente, llega a través del gasoducto Norandino, el cual conecta a Chile con la provincia de Salta.
Cabe destacar que Chile no produce gas natural, por lo que el gas que está ingresando a Argentina proviene de gas natural licuado (GNL) importado y regasificado en la terminal portuaria de Mejillones, antes de ser inyectado en las redes chilenas. Este método es similar al utilizado en el puerto de Escobar, Argentina. La semana pasada, el 13 de septiembre, se alcanzó un récord de inyección desde Chile hacia Argentina, con un volumen diario de 2,3 millones de metros cúbicos de gas, casi la capacidad máxima del gasoducto que cruza la cordillera.
El contrato de importación entre Enarsa y las empresas chilenas Engie Energía Chile y ENAP Refinerías contempla un volumen total de 128,5 millones de metros cúbicos, lo que cubrirá la demanda durante aproximadamente dos a dos meses y medio, dependiendo de los niveles actuales de despacho.
En paralelo, las exportaciones de petróleo desde Vaca Muerta siguen en aumento, consolidando a Chile como uno de los principales destinos del crudo argentino.