En un reciente anuncio, el Gobierno de Javier Milei ha abierto la posibilidad de privatizar el Correo Argentino, impulsando además la desregulación total del sector postal en el país. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, compartió los detalles de la iniciativa en una publicación en su cuenta de X y en una entrevista radial, donde esbozó los tres posibles caminos para la empresa: privatización completa, concesión, o transferencia a empleados.
Sturzenegger fue claro en su mensaje: aunque el Correo Argentino ya no opera con pérdidas y ha reducido su plantilla de 16,000 a 12,000 empleados sin afectar el servicio, el Gobierno sigue firme en su intención de privatizar. «Este es un ejemplo de un servicio que el sector privado puede realizar perfectamente. Solo mantenemos el rol estatal en el servicio electoral, pero el resto de las actividades del Correo deben orientarse al sector privado«, afirmó.
Desregulación y apertura del mercado
La firma del Decreto 1005/24, según Sturzenegger, supone una desregulación histórica. A partir de ahora, cualquier persona jurídica podrá operar en el mercado postal sin trámites de habilitación específicos, y las personas físicas podrán incursionar en el negocio de la mensajería urbana. «Estamos eliminando barreras y procedimientos innecesarios para dinamizar el comercio electrónico y simplificar la competencia en el sector», aseguró el ministro.
La digitalización también se expande bajo esta normativa, permitiendo la transmisión digital de telegramas y documentos certificados mediante firma digital remota. El ministro destacó que esta flexibilidad tecnológica es una apuesta para atraer nuevas inversiones al negocio postal y convertirlo en una opción atractiva para empresarios y nuevos jugadores del sector.
El rol del Correo en las elecciones y el futuro de la empresa
Frente a las preocupaciones sobre el rol crucial del Correo Argentino en los operativos electorales, Sturzenegger aseguró que esta función se mantendrá intacta, excluyéndola de la privatización para garantizar la continuidad y seguridad de los procesos electorales.
«El Correo Argentino dejará de ser una empresa estratégica, pero mantendrá su rol en el ámbito electoral para evitar cualquier inconveniente», concluyó el ministro, enfatizando que este cambio responde a una visión de Estado más eficiente y menos dependiente de empresas públicas.
Conclusión: hacia una nueva era en el sector postal
El proyecto del Gobierno busca reformar de raíz el rol del Correo Argentino, transformándolo de un servicio esencial a una actividad donde el sector privado pueda liderar. Este cambio promete revolucionar el sector postal, liberando competencias, incentivando el comercio electrónico y reduciendo costos.