En una decisión judicial a favor del país, la Corte de Apelaciones de Nueva York aceptó suspender temporalmente la orden que obligaba a Argentina a entregar el 51 % de YPF como parte de un fallo millonario. Mientras se tramita la apelación, el Estado nacional conservará su participación mayoritaria y podrá defender su caso con más calma.
La medida representa un alivio institucional, ya que evita un impacto inmediato sobre un activo estratégico y permite ganar tiempo para presentar argumentaciones sólidas en el proceso de apelación, que iniciará con nuevos plazos y audiencias. Además, se habilitó la intervención del Gobierno de Estados Unidos como «amigo de la corte», lo que suma peso diplomático a la estrategia argentina.
Ahora, la atención está puesta en los próximos pasos: la presentación formal de argumentos está fijada para el 25 de septiembre, y se espera que en octubre la Cámara de Apelaciones empiece a evaluar el fondo del caso. Queda así abierto un espacio para buscar una resolución favorable sin comprometer de inmediato la soberanía sobre YPF.




