
Septiembre de 2025 quedará marcado como un mes inédito para el agro argentino: las ventas al exterior del sector alcanzaron una cifra récord de USD 7.100 millones, impulsadas por una medida tributaria extraordinaria que eximió temporalmente a la actividad de las retenciones a la exportación.
El gobierno dispuso que varios productos agrícolas —gramíneas, oleaginosas y subproductos— estuvieran exentos de impuestos durante un período corto o hasta alcanzar un cupo establecido. En tiempo récord —apenas tres días hábiles— ese tope fue cubierto, lo que llevó a que la medida fuera revocada y las retenciones regresaran inmediatamente.
Esta decisión generó una reacción en cadena: exportadores adelantaron operaciones, productores intentaron beneficiarse del alivio tributario y el flujo de dólares hacia el país se disparó. Pero, a pesar del impacto mediático y financiero, muchos ven la medida como una solución coyuntural más que un cambio estructural: la industria agropecuaria reclama previsibilidad, protección para los eslabones más débiles y reglas de juego claras.
Septiembre será recordado como un mes de abundancia para el agro exportador, pero el desafío real reside en cómo sostener ese impulso más allá del efecto inmediato de las exenciones temporales.