El día posterior a la derrota libertaria en una de las provincias clave trajo turbulencias al mercado. El dólar oficial superó los $1.450, marcando un nuevo máximo histórico que refleja la tensión cambiaria y la desconfianza sobre la hoja de ruta económica.
En paralelo, las acciones argentinas registraron caídas tanto en la Bolsa porteña como en Wall Street, en un contexto donde los inversores buscan refugio y esperan señales claras del Gobierno sobre cómo seguirá la política económica.
La reacción de los mercados muestra la sensibilidad existente entre el frente político y la estabilidad financiera, dejando en evidencia que cualquier cambio en el escenario electoral repercute de forma inmediata en los precios.




