
Con el mercado cambiario en máxima tensión y un clima político cargado de incertidumbre, el Gobierno decidió activar una nueva estrategia: el Tesoro Nacional intervendrá directamente en la plaza cambiaria para intentar moderar la suba del dólar.
La medida se implementa en un contexto donde las encuestas electorales marcan un escenario adverso para el oficialismo y la presión sobre la divisa crece día a día. La volatilidad se refleja tanto en el mercado oficial como en los paralelos, mientras los inversores buscan cobertura frente a un posible cambio de rumbo político.
Según fuentes oficiales, la idea es inyectar oferta de dólares a través de subastas y ventas controladas, con el objetivo de evitar que la cotización se dispare en la recta final hacia los comicios. Sin embargo, la efectividad de la medida dependerá de la magnitud de la intervención y de la reacción del mercado, que ya muestra un alto grado de desconfianza.
En este marco, la gran pregunta que queda flotando es: ¿podrá el Tesoro calmar la tormenta cambiaria o se trata apenas de un respiro pasajero hasta las elecciones?