A poco de finalizar la segunda prórroga de la primera etapa del Régimen de Regularización de Activos, los gobiernos de Neuquén y Salta formalizaron la aplicación de un impuesto especial sobre los contribuyentes que hayan adherido; y Santa Fe seguirá el mismo camino.
A pocos días de finalizar la segunda prórroga de la primera etapa del blanqueo de capitales, los gobiernos de Neuquén y Salta han formalizado un impuesto especial para los contribuyentes adheridos, mientras que Santa Fe avanza con un proyecto de ley similar.
Neuquén fue la primera en establecer el tributo provincial al adherir al régimen nacional, aprobando la Ley 3450, que obliga a los contribuyentes que blanqueen capitales en el ámbito nacional a pagar también el impuesto provincial. Este tributo, con tasas progresivas entre 0,75% y 1,25% para sumas que superen los u$s100.000, exime del pago de Ingresos Brutos a los adherentes.
En Salta, la ley 8461 establece un Régimen de Medidas de Alivio Fiscal, incluyendo un «Impuesto Especial de Regularización» equivalente al 10% del tributo nacional. Los beneficios de esta ley se pierden si no se abona el impuesto.
Santa Fe aún debe debatir su proyecto, pero la propuesta sugiere un impuesto del 2% sobre los fondos regularizados, otorgando créditos fiscales para emprendimientos productivos. El ministro Pablo Olivares aclaró que lo recaudado se destinará a beneficios fiscales y contará con estrictos controles de seguridad.
Estos impuestos provinciales podrían derivar en disputas legales, como en el blanqueo de 2016 bajo el gobierno de Macri, cuando La Pampa gravó bienes sincerados, lo que generó litigios en la Corte Suprema por violar el principio de territorialidad tributaria.